Sobre Dark Matter y Pearl Jam | MATERIA OSCURA DE LA MERMELADA DE PERLA

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@pablojair

El 16 de abril fuimos al Cinépolis a escuchar y medio ver el nuevo álbum de Pearl Jam.

Los fanáticos estábamos con la duda de si iba a haber una sorpresa como un pequeño concierto grabado, una sesión de estudio, o una película documental sobre la nueva obra, que se llama Dark Matter.

La sorpresa es que sólo salió a cuadro el bajista Jeff Ament dando la bienvenida; de ahí se apagaron las luces y nos tuvieron escuchando con la pantalla en negro el nuevo disco…

Creo que esa fue la gran decepción: esa renuencia de Pearl Jam a salir a cuadro, a hacer videos como los del emblemático tema “Jeremy”. Bueno, siquiera hubiesen salido con una caricatura como “Do The Evolution”.

Ya cuando terminaron todas las rolas (unos 50 minutos), entonces volvieron a poner algunas canciones pero ahora con animaciones, algo así como cuando en los 90 ponías el visualizador del Media Player del Windows 95.

Debo decir que quizás 2 o 3 canciones me llamaron la atención: “React, Respond”, “Wreckage” y la rola que da nombre al álbum “Dark Matter”.

Honestamente, el resto de las canciones se me hicieron equis, más cercanas al pop comercial que cualquier cuarentón grungero odiaría, más un amargado musical nostálgico como uno porque sabes que ese grupo significa muchas cosas en tu vida (por ejemplo, tenía más catarsis en mis crisis de adolescente cantando a gritos las rolas del “Ten”, “Vs” o “Vitalogy” que cualquier rola de José Alfredo Jiménez)

Mi hermana (más jammer que yo) me decía que “El Sr. Miyagi ya dio todo lo que tenía que dar”, en referencia a Eddie Vedder.

Pero creo que no es Eddie. Finalmente pudimos (con el Media Player del Windows 95 gigante en pantalla) ver las letras de las nuevas rolas y lees todavía a un Vedder con esa tesitura de poeta maldito que cautiva, insulta, seduce al nivel de Bukowski.

Ya ni se diga de su poderosa voz. Siempre será el sello de Pearl Jam, del grunge, del rock que todavía sobrevive.

Creo que más bien es algo que ocurre como con Los Rolling Stones. Los adolescentes que crecimos con su música ya no son los mismos adolescentes de ahora, más metidos en el corrido tumbao, el reguetón, el K-Pop.

Pearl Jam ya es un clásico como Los Rolling, que también siguen haciendo discos (muy buenos como el “Blue & Lonesome”), pero que francamente son más admirados por sus obras clásicas: uno va a verlos porque quieres escuchar “Satisfaction”, “Gimme Shelter” o “Sympathy For The Devil”, como con Pearl Jam queremos escuchar “Jeremy”, “Even Flow” o “Black”.

Es nostalgia, pues.

Ayer por la noche liberaron el disco de Pearl Jam en el iTunes y me puse a escucharlo de nuevo. No es un mal disco. De hecho, creo, sinceramente, que es de los mejores trabajos de los últimos discos de la banda (“Gigaton”, la neta, pasó sin pena ni gloria).

Por ejemplo, volví a escuchar “Waiting For Stevie”, y se me hace de esas rolas con las que un Pablo Jair adolescente estaría encerrado en su cuarto desgarrándose la garganta creyéndose barítono como el Vedder.

Es cierto, ya no es el Pearl Jam de antes (obvio, ya no están chamacos), pero siempre, los que crecimos con su música, estaremos ahí, incluso como idiotas en la oscuridad, frente a una pantalla vacía, en una sala de cine con sonido patito y calurosa.

PD. Por cierto, de concierto en México nomás no anuncian nada. Ese creo que es de los otros errores de Pearl Jam con sus fans en México: no se dejan ver… Y santo que no es visto, no es adorado.

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