El Obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel, no fue secuestrado, sino que habría entrado con un hombre a un motel en Cuernavaca y posteriormente fue internado en un hospital en la capital de Morelos.
El Comisionado Estatal de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, dijo en entrevista durante el rompimiento del sitio de Cuautla, que el tema está siendo utilizado políticamente, con fines particulares.
“Se hicieron algunas declaraciones que fue un secuestro exprés, nosotros pensamos que no, pero el Fiscal (del Estado) tendrá que demostrar porque si fue un secuestro exprés, en base a qué lo dijo y eso seguirá dando qué decir”, declaró.
Señaló que quienes están en la política están aprovechando este tipo de situaciones para denostar el trabajo de la seguridad en el Estado.
“Creemos que no fue un secuestro por algunas evidencias que hay, que ya se las dimos a la Fiscalía. Hasta donde sabemos, el Obispo entró voluntariamente a un motel con otra persona del mismo sexo y después esa persona se retiró, pero es todo lo que sabemos”, dijo José Antonio.
Mencionó que posterior a su localización, en el hospital, la Policía fue a pedir informes sobre el hecho pero, personal de la Fiscalía Estatal ya se encontraba en el lugar y se negaron a dar detalles del caso.
Lo encontraron con coca y viagra
Tras varios días hospitalizado y sin poder dar una declaración por su delicado estado de salud, se filtró información sobre el alta voluntaria y el exámen toxicológico que arrojaron las sustancias que deterioraron el estado de salud del Obispo Salvador Rangel, líder religioso en Chilpancingo, Guerrero, quien presuntamente fue privado de su libertad en Morelos desde el fin de semana pasado.
De acuerdo con la periodista Miriam Moreno en el espacio de Ciro Gómez Leyva Por La Mañana, en la nota de ingreso al nosocomio se reporta que llegó con deterioro neurológico a expensas de estupor, sin pertenencias y con un blíster de dos pastillas de sildenafil, que usualmente se vende bajo el nombre comercial de Viagra, y que es prescrito a personas que padecen de disfunción eréctil o hipertensión arterial pulmonar.
En examen toxicológico del Hospital General “José Parres” arrojó la presencia de cocaína y benzodiacepina, generalmente presente en medicamentos como Diazepam, y que sirve para contrarrestar los efectos de la cocaína.
Además, informes policiacos señalan que el religioso fue encontrado en el Hotel Real Ocotepec de Cuernavaca y de ahí fue trasladado al Hospital General “José Parres” en calidad de desconocido.
Con información de Radio Fórmula y 24 Morelos