Ante los insultos vertidos por el cantante cubano Francisco Céspedes, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) respondió que no siente agravio alguno; además, pidió respetar estas opiniones aunque sean extremas.

“Lo que quiero decir es que no debemos desearle mal a nadie, y que yo no siento ningún agravio de su parte; les pido a todos que se respete su punto de vista, aun cuando sea extremo”, dijo.

En ese sentido, apuntó que actualmente la derecha en México y el mundo “anda corajuda” y de mal humor.

De esta forma, el mandatario federal pidió transmitir desde la “mañanera” el momento en el que Céspedes le deseó la muerte y también pidió que se pusiera un video del cantautor cubano Silvio Rodríguez, a manera de contestación.

OJALÁ SE MUERA, DIJO CÉSPEDES

En este fin de semana se viralizó en redes sociales una entrevista en la que el músico cubano desea la muerte al presidente López Obrador luego de que el año pasado extendió una invitación al presidente Miguel Díaz-Canel para la conmemoración del 15 de septiembre -Día de la Independencia de México-.

“Me cae muy mal ese tipo, ojalá que se muera”, expresó al criticar que AMLO invitó a “un dictador cubano”.

Francisco Céspedes nació en 1957 y es un cantautor cubano y entre sus canciones más reconocidas está “Señora”, “Vida Loca” y “Remolino”. En días recientes tuvo una presentación en Hermosillo, Sonora.

LA ROLA QUE LE DEDICÓ AL CANTANTE CUBANO

Se llama “Nunca he creído que alguien me odia” y esta es su letra y video.

Nunca he creido que alguien me odia,
aunque me hallan querido matar.
Tras mis asesinos se esconde otra fuerza
que si es mi enemiga mortal.

Todos los tipos de muerte hacen cola
ante mi puerta esperando su hora.
El instrumento es quien cambia de rostro,
pero yo se que hay un único odio.

Se que todas las palabras
con que le canto a la vida
vienen con muerte tambien.
Se que el pasado me odia
y que no va a perdonarme
mi amor con el porvenir.

Por eso manda verdugos
con todos los uniformes
mi asesino es el pasado,
aunque con mano de hombre.

Siempre que un hombre le pega a otro hombre
no es al cuerpo al que le quiere dar.
En ese puño va el odio a una idea
que lo agrede, que lo hace cambiar.

Cuando lo quieto se siente movido
todo cambia de sentido.
Y en la medida en que todo acelera
sigue cambiando la esfera.

Siempre tendré un enemigo
con el semblante arrugado
y mas cansado que yo.
Los que a lo largo de su sombra
quieren cortar la medida
de toda revolución.

Y ya se dijo que es mas grande,
que el mas grande de nosotros.
Y ya se dijo que se hace para otros.