La historia de Krispy Kreme en México comenzó en 2004 con la apertura de su primera tienda; 18 años después el país se ha convertido en el mercado con mayor crecimiento a nivel mundial y para su director general, Javier Rancaño, está cerca de convertirse en el segundo más importante para la marca, detrás de Estados Unidos.
De hecho, Krispy Kreme prevé para 2022 la apertura de hasta 190 puntos de venta, lo que requerirá una inversión de algunos cientos de millones de pesos.
En entrevista con Forbes México, Rancaño asegura que incluso durante la pandemia su ritmo de crecimiento no se detuvo, al contrario, lo aceleraron buscando nuevas oportunidades, como empezar a vender sus donas en tiendas de conveniencia como Oxxo o en supermercados, además del avance registrado en la parte de delivery, el cual llegó en algunos momentos a representar el 30% de total de sus ventas.
“Cuando arrancamos la pandemia teníamos alrededor de 320 o 330 puntos de distribución, terminamos el año 2020 con 353 y el 2021 con 411, entonces, no solo no detuvimos el crecimiento, lo aceleramos… queremos cerrar casi con 600 puntos de acceso el 2022, lo que implica 180 o 190 aperturas”, afirma.
El directivo señala que también tienen presencia en 200 supermercados y tiendas de conveniencia en lugares como la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, León, Querétaro, Mérida, Puebla y Cancún y Veracruz.
Destaca que están “corriendo” a todo lo que pueden, ya que la verdadera restricción no es de mercado ni de consumo, sino en la operación, de cuántas donas pueden hacer y mantener frescas dentro de su sistema, debido a que todas las que venden tienen menos de 24 horas de haber sido hechas.
En este sentido, asegura que la siguiente apertura de un teatro (fábrica) grande viene en Querétaro, ya que por su localización geográfica les permitirá distribuir donas en muchas ciudades del Bajío que son muy interesantes; no obstante, cualquier ciudad que tenga cerca de un millón de habitantes resulta atractiva para seguir creciendo.
“Toda esa inversión, que literalmente es de cientos de millones de pesos, sale del mismo negocio… estamos reinvirtiendo prácticamente todo el flujo que está saliendo de México; durante los siguientes años la idea es crecer México todo lo que podamos, porque a nivel internacional en México es el mercado de mayor crecimiento de Krispy Kreme”, destaca.
Javier Rancaño cuenta que el negocio más grande de la compañía a nivel global está en Estados Unidos, pero después existen una serie de mercados internacionales que tienen un tamaño similar, de los cuales los tres más grande de son el Reino Unido, Australia y México.
“El ritmo de crecimiento que tiene México no lo pueden dar mercados más maduros y con situaciones demográficas y poblacionales distintas, como son Australia y el Reino Unido. México se va a convertir en el segundo en el segundo mercado más grande de Krispy Kreme después de Estados Unidos, es cuestión de unos años y no muchos”, afirma.
Y es que, expone, el país cuenta con mayor población, más joven, además de que el pan dulce en México juega un rol muy importante y central en la dieta desde hace muchos años; además, a diferencia de otros mercados, existen dos momentos de consumo: el de la mañana que tiene todo el mundo y también la merienda, costumbre muy mexicana.
Sin embargo, reconoce que la compañía aún tiene dos barreras más grandes de consumo, uno el precio, pues no todo el mundo tiene para comprar una docena cada vez que quiere, y dos, sigue siendo difícil de encontrar en algunos puntos sus donas, por eso su apuesta miró hacia puntos de distribución en supermercados y en tiendas de conveniencia.
“Parte de lo que hicimos durante la pandemia fue abrir esa red de distribución y hoy puedes conseguirte donas nuestras en autoservicio o en tiendas de conveniencia, siguen siendo donas frescas, pero estamos creciendo a través de puntos de distribución en redes de terceros; este pedazo nunca se alentó en la pandemia, al revés, esto es un plan que ya teníamos”, menciona Rancaño.
Con información de Forbes