Cinthya Trinidad
Casi cuatro meses han pasado desde que un alud de tierra sepultó una vivienda en la colonia 9 de Abril y que cobró la vida de 3 personas: Jesús Naín Rivera, Jazmín Argüelles y la hija de ambos, Melissa, de tan sólo 9 meses de edad.
La familia recuerda con tristeza y enojo el hecho, sobre todo porque una bebé murió, que las autoridades se negaban a reconocer y porque fue un hecho, que el señor Edilberto Argüelles considera, pudo evitarse si personal de la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento (CMAS) de Xalapa, hubiera cumplido con su trabajo.
Y es que además de ello, la famila Argüelles ha sido criminalizada porque los acusan de invadir la zona donde ocurrió el deslave, el domicilio ubicado en la calle Poniente 2 de la colonia 9 de Abril en el cual tenían casi 20 años de habitar hasta la noche de la tragedia, el pasado 5 de septiembre.
“Yo aquí perdí a mis familiares, que fueron sepultados, en una parte por una negligencia. Yo considero injusto que todavía nos quieran criminalizar al decir que estábamos ilegalmente aquí, yo puedo demostrar que teníamos el permiso del Ayuntamiento para vivir aquí (…) a mi me gustaría que me dijera el alcalde en qué momento venimos a invadir aquí”, declaró Edilberto Argüelles mientras movía escombro de la que fue su vivienda ya que este día acudió junto a sus hijos, y esposa a realizar una limpieza.
El padre de Jazmín, recordó que lo sucedido fue una negligencia porque CMAS no dio respuesta a las llamadas que se hicieron para que se atendiera una fuga, durante horas el cerro que se ubica atrás de la casa absorbió el agua y al saturarse, se desplomó sobre el tercer piso, justo en donde dormían los jóvenes de 20 y 23 años y la bebé, sepultándoles en cuestión de minutos.
De manera irónica, la propia CMAS le ha pedido los pagos del servicio del inmueble, el cual dice don Edilberto ni siquiera ocupa.
“Esto ocurrió por una negligencia de una dependencia del Ayuntamiento, que no debió hacerlo, se les habla y la verdad qué los señores tienen muchas cosas que hacer en su mesa laboral y no pueden atender esas llamadas de nosotros los usuarios pero mes con mes, año con año nos están exigiendo. De hecho yo les puedo comprobar que ya me están exigiendo el pago de este año y yo no sé cómo responderles que cómo les voy a pagar si el agua me vino a hacer esto”, declaró señalando el modo en el que ahora se encuentra el que fue su hogar.
Fiscalía dilata atención al caso
Además de afrontar con mucho dolor la pérdida de su hija, su yerno y nieta, y del patrimonio que forjó a lo largo de 15 años de trabajo, Don Beto ha tenido que hacer frente a la mala atención que ha recibido de la Fiscalía General del Estado, quién no quería reconocer a la menor, a Melissa.
“Íbamos muy bien trabajando correctamente con el Ayuntamiento, mano a mano, pero me presento con la Fiscalía y solo encontré dos archivos y yo perdí tres seres humanos, no tres animales por lo tanto para mí es indispensable que reconozcan a los tres, como es posible que yo solo haya encontrado dos archivos cuando fueron tres seres humanos que yo perdí aquí. Es un dolor muy grande que no se lo deseo a nadie, porque es muy cruel, muy fuerte y solo porque alguien no quiso hacer su chamba”, expresó.
De acuerdo a sus estimaciones, sobre la casa cayó una avalancha de lodo de varias toneladas en donde sus familiares, que amaba mucho, perdieron la vida.
“Una bebé de 6 meses y 4 días, mi hija de 23 años que se había acaba de graduar, no pudo recibir su título, mi yerno que se iba a graduar este año, ya no está”, lamentó.
La casa quedó con una capa de lodo de casi 80 centímetros en el que era el segundo piso. Los muebles que aún quedaban en el sitio ya se echaron a perder, los pocos objetos de valor que permanecían fueron robados por los drogadictos de la zona; hay ropa, juguetes y la cuna tipo hamaca donde Melissa en ocasiones dormía, así como uno que otro utensilio de la cocina. El lugar ya no está acordonado, por eso este domingo fueron a limpiar un poco y levantar el lodo que se llevó a sus seres queridos.