Por Elsbeth Lenz

A partir de hoy y hasta la noche del domingo, tendremos cierta paz, el silencio electoral habrá de cumplirse o por lo menos simularse, faltando poco mas de 48 horas para la votación, el saldo hasta ahora es de 749 casos de violencia política registrados, desde el inicio del proceso electoral en septiembre pasado a la fecha.

En este proceso electoral, recrudeció la violencia política en un 26 por ciento, comparado con el proceso de 2021.

En las últimas horas, en Cuautla fue asesinado Ricardo Arizmendi Reynoso, candidato a la presidencia municipal de aquel municipio por la coalición PAN-PRI-PRD; también hubo un ataque contra el morenista Gilberto Palomar González, candidato a la alcaldía del municipio de Encarnación de Díaz, Jalisco, esto ademas del secuestro de seis integrantes del equipo de la candidata a la alcaldía de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Cantúrosas.

A principios de este mes, se habían registrado 195 asesinatos, 172 amenazas, 102 atentados, 21 desapariciones, 15 secuestros, además de 55 incidentes de diversa índole y el furor criminal se ha concentrado en los estados de Morelos, Michoacán, Chiapas, Jalisco, Puebla, Guerrero, Guanajuato y Oaxaca.

En Veracruz en ese mismo periodo, se contabilizaron 10 agresiones, de los cuales 9 resultaron en asesinato, dando como resultado que este sea el proceso electoral, mas violento de la historia en el estado.

Hemos tenido además, la guerra sucia mas grande de la historia, plagada de denuncias, señalamientos y acusaciones que ciertas o falsas, han servido para enturbiar el ambiente político de un modo exponencial, la mayor parte de las personas siente la desesperanza, de tener como opciones al gobierno de Veracruz a corruptos, ladrones y mentirosos, esto según la campaña.

El veracruzano, por una parte piensa en las denuncias en contra de la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional, Rocío Nahle, por otra piensan también en la conocidísima hambre ancestral priísta, las tribus perredistas dándose hasta con la cubeta por las prerrogativas y los panistas con el garrote, dándole de palos a los otros, para llevarse la mejor tajada.

No hay tanto de dónde jalar, pero hay que ir a votar, eso es definitivo.

Así las cosas hasta ahora mis hermosos, nos leemos mañana.

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