El INAH confirma hallazgo de vestigios en el Centro Histórico de Veracruz durante obras de rehabilitación

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El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó el hallazgo de huesos, cerámica y otros materiales durante las obras de remodelación de drenaje sanitario y pluvial, líneas de agua potable e infraestructura eléctrica, de comunicación y fibra óptica del Centro Histórico de Veracruz

El hallazgo de este material histórico, equivalente a 500 años de historia según el Instituto, se dio en las avenidas Independencia y 5 de Mayo tras las obras en el Centro Histórico de la ciudad.

Son 951 y 971 metros lineales sobre las avenidas Independencia y 5 de Mayo, respectivamente, del salvamento arqueológico las que fueron descubiertas.

De acuerdo con Judith Hernández Aranda, arqueóloga adscrita al Centro INAH Veracruz, los huesos, cerámica, vidrios y otros materiales podrían pertenecer a los siglos XVI y XXI de la ciudad.

La arqueóloga señaló que en las excavaciones se ha recuperado cerámica que demuestra una ocupación en los terrenos cercanos a la plaza principal, desde inicios del contacto hispano.

Explicó que podría deberse a que el asentamiento de Veracruz se mudó a su ubicación actual a finales del siglo XVI e inicios del XVII.

Otros hallazgos recientes en el Centro Histórico

En abril se localizaron restos arquitectónicos a la altura del Templo Nuestra Señora de los Dolores, entre las calles 5 de Mayo y Constitución, que corresponden a una parte de la cimentación de los muros que custodiaban la Puerta de México.

Esta puerta era uno de los accesos terrestres que tenía la ciudad amullada de Veracruz en la época virreinal y del siglo XIV.

Sin embargo, tras iniciar un proyecto de renovación urbana en 1880 la muralla fue derribada, sus piedras vendidas a particulares y sus restos aplanados para construir, sobre ellos, las nuevas vialidades.

Otro hallazgo ocurrió en días pasados, cuando una zanja excavada en la avenida 5 de Mayo, entre las calles Ocampo e Ignacio López Rayón, reveló restos de muros y de una cimentación que habrían pertenecido a los cuarteles y una prisión militar que, en época virreinal, conectaban con la muralla.

Así como el levantamiento de la carpeta asfáltica, donde se descubrió una capa del siglo XX en la cual se localizaron fragmentos de metacarpos de bovinos, a 43 y 63 centímetros de profundidad, desde el nivel de la calle.

Los huesos fueron fracturados a la mitad, de manera intencional, para que sus diáfisis -parte media de los huesos largos- quedaran astilladas en formas de pico, a fin de que pudieran clavarse en el suelo, con la intención de obtener una superficie plana, resistente y permeable, que estabilizara el sustrato y facilitara la absorción de lluvia, en lo que pudo ser un patio de un cuartel.

De acuerdo con el INAH, en otras partes de la ciudad actual, como en el edificio La Galatea, en la Plaza de Armas y el Fuerte de San Juan de Ulúa, se han encontrado huesos de patas y cráneos de tales animales, también como parte de sistemas constructivos.

Actualmente, materiales recuperados en este salvamento se resguardan en la Ceramoteca del Centro INAH Veracruz.

Información de agencia

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