@pablojair
De acuerdo a fuentes muy bien enteradas, a estas alturas de la contienda, Morena encabezaría las encuestas en Coatepec con bastantes puntos de ventaja.
“No es una percepción, es una realidad matemática”, nos dice la fuente, quien asegura que es un estudio serio.
El asunto es que no sólo se tratan de fríos números, sino también es sentir el pulso ciudadano en las calles.
Nacho Luna, su candidato, ha logrado consolidar una campaña de cercanía, estructura y credibilidad que lo convierte en el claro favorito hacia la presidencia municipal, a menos de 10 días de la jornada electoral.
Pero mientras Morena se enfila al Palacio Municipal, hay algo curioso que ocurre en los partidos de oposición: PAN y Movimiento Ciudadano siguen comportándose como si estuvieran compitiendo con el puntero, cuando en realidad sólo están compitiendo entre ellos.
Y lo hacen por algo muy concreto: las dos regidurías que le corresponden al segundo lugar.
Sí, la verdadera contienda ya no sería por la Presidencia Municipal, porque Morena tendría ya ganado ese espacio. Lo que está en juego ahora, lo que realmente les importa a los equipos del PAN y de Movimiento Ciudadano, es quién logra mantenerse a flote tras la tormenta electoral, porque sólo uno de ellos obtendrá representación en el próximo cabildo. Sólo uno de ellos tendrá voz, espacio y proyección política para los próximos años.
Y el otro desaparecerá del mapa institucional, como tantos que apostaron mal y por berrinches (todos en el pueblo ya saben quién es).
Siguiendo en el tenor de lo curioso, los de oposición siguen disparando hacia arriba. ¿Por qué? Tal vez por orgullo, tal vez porque creen que es un cálculo correcto. Tal vez porque no quieren reconocer públicamente lo que sus propios números les gritan en privado.
Pero en lugar de centrar sus baterías en ganarle a su rival inmediato, han decidido desperdiciar energías, tiempo y dinero en una narrativa que no convence a nadie y que, francamente, no altera el curso de lo inevitable para el próximo 1 de junio.
Ha trascendido desde sus casas de campaña que el escenario es muy cerrado entre ellos —-virtual empate técnico-— y cualquier error táctico puede costar carísimo.
Cada voto cuenta. Cada colonia, cada simpatizante, cada decisión de campaña puede inclinar la balanza.
El que entienda primero que la pelea real es por el segundo lugar, tendrá la posibilidad de sobrevivir políticamente. El que lo entienda tarde, prácticamente estará firmando su casi desaparición.
¿Quién de los dos quedará vivo después del 1 de junio? Porque en este duelo silencioso por las regidurías, no habrá medallas para el tercer lugar.
(Foto tomada de Más Noticias)