Perfilando | ¡EN ALVARADO LAS ÁLVAREZ INTIMIDAN A CIUDADANOS!

Compartir

Por Iván Calderón

No es ningún secreto que MORENA en Veracruz, tiene la misión clara de llevarse carro completo en las elecciones municipales para consolidar así el proyecto de la Cuarta Transformación en las principales poblaciones de la entidad.

Los objetivos están bien definidos en 10 lugares claves: El Puerto de Veracruz, Tuxpan, Pánuco, Córdoba, San Andrés Tuxtla, Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica, Alvarado, entre otros. Todos absolutamente todos bajo la línea de la Dirigencia Nacional, la Dirigencia Estatal y, sobre todo, bajo el liderazgo político de Rocío Nahle, la primer morenista de Veracruz.

Pero en Alvarado algo no cuadra. Mientras Morena trabaja por la unidad, la alcaldesa Lisset Álvarez y su hermana Irasema quien extrañamente luego de “pelarse” con Lizzet Álvarez por temas económicos (dicen que por $10 millones de pesos de moches a empresas) regresó a “presionar a la gente”, decidieron hacer campaña por su cuenta, desafiando abiertamente las decisiones del partido aún en contra de la Gobernadora.

Y peor aún, ¡lo dicen con descaro! argumentando que no les importa la instrucción y que ellas van con Beto Cobos, a como dé lugar.

Lo más grave de esto no es la rebeldía, es la forma. Ya que comenzaron a reunirse con el personal del Ayuntamiento, a presionar, a intimidar, y a obligar a la gente de Alvarado a alinearse con su candidato. Usan recursos públicos, estructura institucional y hasta el miedo para empujar un proyecto personal disfrazado de continuidad.

¿Por qué tanto empeño en quedarse con Alvarado? ¿Qué hay detrás? ¿Hay temas administrativos que temen salgan a la luz? ¿Hay desvíos que deben taparse desde dentro? Quién sabe.

Lo cierto es que la urgencia con la que se mueven no es normal. Y mucho menos lo es desafiar las indicaciones de un proyecto estatal.

Mientras en la 4T se avanza con disciplina en los municipios clave, Alvarado se convierte en un punto de conflicto interno. Y eso debe resolverse. Porque lo que está en juego no es un capricho familiar, es la credibilidad del movimiento en Veracruz.

La pregunta es directa: ¿Qué va a hacer la dirigencia ante este desafío? ¿Van a permitir que un municipio se convierta en el ejemplo de cómo se ignora al partido y se pisotea la línea política desde el poder local?

Se insiste: MORENA quiere el carro completo. Pero para lograrlo, hay que limpiar el camino. Y en Alvarado, el bache es cada vez más profundo.

Veremos que es lo que pasa y si es cierto lo que dicen las hermanas Lizzette e Irasema, “que no le importa lo que diga la Gobernadora”.

Esperemos.

@IvanKalderon

Compartir