Algunos partidos de oposición, desesperados por recuperar espacios perdidos, han iniciado una campaña de desinformación con la clara intención de confundir al pueblo coatepecano. Una de las mentiras que más han intentado sembrar es que Raymundo Andrade Rivera, actual presidente municipal de Coatepec, forma parte de la planilla de Nacho Luna como regidor. Nada más alejado de la verdad.

Esta versión no solo es falsa, sino que además deja al descubierto la estrategia burda de quienes tienden a opacar porque no saben proponer y por ello recurren al engaño como única vía para generar ruido.

Quien sí ocupa la segunda posición en la regiduría es Eliseo Cortina, un hombre del pueblo, agricultor, originario de El Carrizal, una de las localidades más olvidadas del municipio, cercana a Ingenio del Rosario. Celestino no proviene de la élite ni de las oficinas con aire acondicionado: viene del campo, de trabajar la tierra, de saber lo que significa sudar bajo el sol desde temprano.

Su designación fue el resultado de un proceso democrático de insaculación, donde participó la base militante de Morena en pleno. Este método, transparente y equitativo, garantiza que no haya imposiciones ni favoritismos, sino oportunidades reales para quienes vienen desde abajo y representan genuinamente a sus comunidades. Su presencia en la planilla representa justicia histórica para las comunidades rurales que durante casi un siglo no habían tenido representación real en el gobierno municipal.

La planilla que encabeza Nacho Luna es histórica porque por primera vez en décadas se conforma desde abajo, con rostros nuevos, manos limpias, y una convicción clara de transformación.

No se trata de cargos heredados ni de acuerdos en lo oscuro, sino de mujeres y hombres con arraigo, con sensibilidad social y con la decisión firme de cambiar las cosas para el bien común. No hay cabida para los de siempre, ni para quienes vieron la administración pública como botín.

Lo que se está construyendo es un nuevo pacto con el pueblo, donde las comunidades no son adorno, sino protagonistas. Y eso, por mucho que les incomode a algunos, no lo van a poder frenar con chismes.