Pablo Jair Ortega / Rigoberto Suárez

Segunda de dos partes

Muy pocos conocen la historia de la Estancia Garnica: fue otorgado, digamos, a manera de “préstamo” al Instituto Pensiones del Estado (IPE), pero no tenía escrituras.

Durante años sirvió como asilo, pero los gobiernos anteriores lo abandonaron (así estuvo por muchos años) y llegaron a convertirlo en un cuartel militar y oficinas de Seguridad Pública.

Cuando el IPE rescata a la Estancia Garnica, todavía pasó un año para recuperarlo completamente, ya que estaba siendo investigado el lugar como posible sitio donde podría haber restos de personas desaparecidas.

Hoy la Estancia Garnica es otra: todas las instalaciones fueron rehabilitadas, es un lugar de esparcimiento, de descanso, tiene alberca y diversas actividades recreativas para los pensionados.

La directora del IPE, Daniela Griego Ceballos, habla en entrevista y muestra la emoción al narrar cómo fue la experiencia de volverle la Estancia Garnica a sus derechohabientes. Incluso, comenta del proyecto de la instalación de algo similar en Orizaba.

Todo esto viene más detallado en el informe que acaba de presentar la directora del IPE ante el Consejo Directivo.

Otra de las cuestiones es que –entendible– haya algunos pensionados que sigan desconfiando del gobierno, pero Daniela Griego ataja y explica entrevista el porqué el IPE no podría desaparecer o estar en quiebra, sumado a que el rescate financiero es una realidad que se cristalizó a lo largo de seis años y existe un mandato constitucional que garantiza la seguridad social.

Aquí la segunda y última parte de la entrevista…