Se comenta, se dice al interior del Partido del Trabajo, que los aliados supuestamente fuertes para ir con todo por los Ayuntamientos en 2025, son al menos dos.
Uno es el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares (sus hijos sólo son una extensión de su poder), quien ha colocado piezas al interior del PT como en el caso de Coatepec, a donde llegó Everardo Soto Matla, su principal operador en el distrito.
Everardo llegó al PT gracias al “convencimiento” del “profe” Ramón Díaz Ávila y causó mucha extrañeza entre los leales a la Cuarta Transformación en esa región.
Se supone que todos estos movimientos son instrucciones del dirigente nacional Alberto Anaya; que toda negociación allá está repercutiendo acá.
Otra fuente cercana a dicha familia indica que efectivamente, Don Yunes ha estado metiendo gente al PT para obtener candidatos en los Ayuntamientos, incluidas regidurías y sindicaturas. Algo como lo que ocurrió cuando llegó al PAN en Veracruz, cuando le abrieron todas las puertas.
Existe otro rumor entre los morenistas respecto al diputado federal y ex subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero, quien no está en el ánimo de la cúpula de Morena en Veracruz y ya no tiene protección desde Palacio de Gobierno.
Eleazar, por ejemplo, perdió mucho poder con todo y que tenía su “grupo” denominado “Unidos Todos”, que no era otra cosa más que la movilización de miles de burócratas –obviamente, con recursos públicos– desde la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Seguridad Pública, donde también despachaba su hijo como subsecretario y tenía el control de las suculentas finanzas a través de su amigo de antaño Ulises Rodríguez.
De hecho, el mamotreto llamado “Unidos Todos” se fue diluyendo en plena campaña a la gubernatura. A Eleazar le dieron su diputación federal y hasta ahí: muchas gracias por participar.
En este sentido, es sabido que grupos al interior de Morena como el del ex subsecretario están “peídos” porque no les dieron más de lo que pensaban que merecían, con todo y que tienen serios señalamientos.
Algunos incluso soñaban con que iban a repetir en el cargo, que no iban a despedir a sus cercanos en las oficinas de gobierno y que, por lo menos, seguirían controlando secretarías de despacho con toda impunidad.
Hay por lo menos –dicen– otros dos actores políticos (un diputado federal y un alto funcionario) más que están en esa situación, pues esperaban repetir, esperaban seguir en el erario, dejar a su “estructura” intacta…
Pero ya desde campaña los tenían “fildeados” por la manera en que operaban, con todo y sus pecadillos.
Dicen, dicen, que incluso algunos de estos son candidatos al bote.
¡MEEEOOOOOOWWWWW! ¡Palabra de Tito!