Por Juan Javier Gómez Cazarín*
En los últimos días circularon versiones en redes sociales de que el Ejército o la Marina o la Guardia Nacional –o los tres- estaban acaparando la ayuda que iba rumbo al puerto de Acapulco, confiscándola en mal plan, impidiendo a la gente acceder con ella a la ciudad.
La versión sirvió de base a los propagandistas de la Derecha para hacer el criminal llamado a no donar artículos de ayuda para la gente de Acapulco. Una atrocidad, al menos que yo recuerde, jamás vista. ¿Se imaginan a Andrés Manuel boicoteando la ayuda para Veracruz en época de Calderón, cuando nos azotó el huracán Karl de 2010?
Héctor de Mauleón es un periodista crítico de la 4T. Cada vez que puede y quiere, que es a diario, nos pega hasta con la cubeta.
De Mauleón –entre otros- antes de publicar esa versión se puso a investigar para confirmarla, como se supone que deben hacer los periodistas, y encontró que no había evidencia que sostuviera la historia de la supuesta ayuda decomisada. Para rematar, el periódico El Universal, donde él escribe, de hecho constató que el relato de las despensas confiscadas a la malagueña era falso. Y, en un acto de seriedad periodística, así lo publicaron.
Pero bien dice Andrés Manuel: la calumnia cuando no mancha, tizna. A otros periodistas les empujó la mano el diablo y publicaron la falsedad como si fuera cierta. Hay gente que se quedó con la idea equivocada y muy triste de que no hay que donar para Acapulco, a pesar de que, por ejemplo, la propia Cruz Roja ha reportado su presencia en el puerto entregando ayuda sin que sus brigadistas sean importunados por las Fuerzas Armadas.
Fundaciones privadas –la Cruz Roja lo es- y muchos particulares con familia en Acapulco han podido llegar hasta el puerto para entregar sus apoyos personalmente, haciendo públicos sus testimonios en ese sentido.
Creo que el llamado a no donar es una bajeza que terminará volviéndose en contra de quienes impulsaron su posicionamiento en redes. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que le metieron una lana de publicidad y bots para promover su inhumano llamado.
Estoy convencido, también, de que la convocatoria a no donar es muestra de una pobreza moral característica de la Derecha: desear –y procurar- que le vaya mal a México para que le vaya mal a la 4T. No importa a quien se lleven entre las patas. No importa si sufre la gente.
Confío en que la historia se repetirá. Otra vez quedarán como mentirosos y Acapulco volverá a ponerse de pie.
Por favor, donemos para Acapulco y para el resto de Guerrero que necesita nuestra solidaridad. Donemos lo que podamos y mediante el mecanismo –privado si quieren- que más confianza les inspire. Hoy es por ellos.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de Veracruz.