Juan Javier Gómez Cazarín*
Sin duda hemos entrado a una nueva era de Acuario. Y no hablo de astrología, sino del acuario terrenal. O el marino, para ser precisos.
Como ya han de saber, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez extinguió el Fideicomiso que operaba con ínfulas de empresa privada el Acuario –hoy Aquarium-, que en realidad siempre ha sido un patrimonio público del pueblo de Veracruz.
El Fideicomiso era un residuo de aquellas épocas en que todo Veracruz parecía una empresa privada, con un puñado de saqueadores actuando como dueños absolutos.
Les gustaba pensar: ¿Rendir cuentas? ¿Para qué o por qué? Si soy el dueño. Pero no eran los dueños.
Personalmente me llamó la atención la enorme arrogancia de los ahora exadministradores. Alegan, nada menos, que el Aquarium no podrá funcionar sin ellos. Que sin ellos el Aquarium no es nada, porque no hay nadie en Veracruz capaz de administrar eficientemente dicha instalación. Sin ellos, dicen, el Aquarium se caerá en pedazos.
No sé si ellos de verdad estén convencidos de este despropósito narcisista o si lo declaran sabiendo que es falso para ver quién se los cree. Como sea, sus dichos reflejan mucho de su desprecio a Veracruz, a su pueblo y a sus instituciones; su convicción de sentirse superiores, raza aparte, grupo selecto. ¿Los demás? Somos vulgar pueblo, niños de tres años incapaces de cruzar la calle sin su generosa ayuda. Como dije, son de una época de Veracruz que, afortunadamente, ya se fue.
Otra de las habladas que echaron –entre otros el impresentable Fernando Yunes- es que ahora los recursos financieros del Aquarium pasarán por la Secretaría de Finanzas y Planeación del Estado. Lo dijeron como crítica, porque –según ellos- eso es malo.
Pero resulta que, justamente, en el último mes dos calificadoras internacionales han puesto estrellita en la frente a las finanzas de Veracruz. Una de ellas, Moody’s, ha ido mejorando paulatinamente la calificación de Veracruz, luego de que llegara a su peor momento en el 2017 ¡cuando gobernaba el papá de Fernando! Pues esa impecable Secretaría de Finanzas y Planeación ahora manejará, con transparencia, el dinero del Aquarium.
También me sorprendió algo insólito: les enojó que hubiera un día gratis. Y no solo les enojó, sino que no les dio pena reconocerlo. Porque para ellos la gente que no tiene para pagar no merece conocer el Aquarium. Tienes dinero o te quedas con las ganas, piensan. Dicen que eso de andar dejando entrar gente gratis quebrará al Aquarium.
Como siempre, será cuestión de tiempo para que sus mentiras se revelen como lo que son. Por lo pronto, el Aquarium es nuevamente del pueblo. Y, por lo pronto, también, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a decir, por enésima vez, que confía plenamente en el gobernador Cuitláhuac García. Confiamos, dijo aquel.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.