La presión del Príncipe Carlos y de su hijo William fue vital en la decisión de la reina Isabel II de despojar al Príncipe Andrés de sus títulos militares y de su tratamiento como “su alteza real”, por el impacto del juicio por abusos sexuales de Virginia Guffrie que se celebrará previsiblemente el próximo otoño en Estados Unidos.
Según revela The Daily Mail, tanto Carlos como William reclamaron para Andrés el mismo trato dispensado al príncipe Harry y Meghan. El heredero de la Corona habló por teléfono con su madre desde su residencia en Escocia y William asistió precisamente a un acto protocolario en Windsor horas antes del expeditivo comunicado del palacio de Buckingham, recalcando que Andrés tendrá que hacer frente al juicio “como un ciudadano privado”.
“Se trata de garantizar la supervivencia de la institución a toda costa”, adviriteron al Mail fuentes de la Corona británica. “Siempre ha sido así y siempre será así”.
Andrés conserva de momento el título de Duque de York y su condición de vicealmirante por sus servicios en la Royal Navy. Pero sus distinciones en ocho regimientos y sus cargos en decenas de patronatos han sido “devueltos” a la Reina, que no ha dudado al final a aplicar la mano dura al que estuvo considerado como su hijo predilecto a sus 61 años.
Isabel II celebra este año su jubileo de Platino por sus 70 años en la Corona y ha querido anticipar el desmarcaje de Andrés para proteger la reputación de la familia real. El Duque de York despachó en persona con su madre en Windsor durante 90 minutos el jueves, mientras su abogado personal Gary Bloxsome se quedaba esperándole en el coche.
Su acusadora, Virginia Giuffre, celebraba entre tanto la decisión del juez Lewis Kaplan de seguir adelante con el caso y confirmó en redes sociales su intención de llegar hasta el final en el juicio y no acceder a un acuerdo económico.
“Quiero justicia para quienes me hirieron y causaron daño a tantas otras mujeres”, escribió Giuffre. “Mi objetivo ha sido siempre lograr que los ricos y poderosos rindan cuentas y no estén por encima de la ley. Y este es un camino que quiero recorrer junto a las mujeres que han sido víctimas de tráfico sexual”.
Virginia Giuffre, de 38 años, presentó una denuncia contra el Príncipe Andrés el pasado mes de agosto acusándole de abusos sexuales en el 2001, cuando ella tenía 17 años y fue reclutada en la red de tráfico sexual del fallecido financiero y pederasta Jeffrey Epstein y su “madame” Gislain Maxwell.